Los médicos generalmente aprueban e incluso recomiendan la lactancia en personas con anemia de células falciformes. La mayoría de los tratamientos para las células falciformes se consideran seguros para las mujeres que están amamantando, aunque primero deberá hablar con su médico.  No se recomiendan algunos analgésicos, antibióticos y anticoagulantes durante la lactancia, ya que los niveles más altos se transmiten a los bebés a través de la leche materna. La lactancia puede seguir siendo difícil si tiene poca producción de leche o síntomas de anemia de células falciformes, como dolor. Si no puede amamantar, la leche de fórmula proporciona toda la nutrición que el bebé necesita. Los abrazos y el contacto piel con piel pueden ayudarle a usted y al bebé a establecer un vínculo.

¿Qué es la anemia de células falciformes?

La anemia de células falciformes (ACF) es un grupo de trastornos genéticos hereditarios en los que los glóbulos rojos (normalmente redondos) de una persona son duros, pegajosos y tienen forma de media luna. Los glóbulos rojos son menos eficientes para transportar oxígeno por todo el cuerpo y mueren antes de tiempo, lo que puede provocar un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia) y fatiga. Las personas con anemia de células falciformes también son más susceptibles a las infecciones y experimentan períodos de dolor intenso en el pecho, el abdomen, las articulaciones y los huesos.

Si bien las personas con anemia de células falciformes pueden tener embarazos saludables con un control estricto por parte de un equipo de atención médica, corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones, como aborto espontáneo, parto prematuro, coágulos sanguíneos y presión arterial alta. Los niños pueden heredar la anemia de células falciformes de sus padres si reciben dos genes de células falciformes, uno de cada padre.

La cura para la anemia de células falciformes es un trasplante de médula ósea o de células madre. De lo contrario, los tratamientos para la anemia de células falciformes incluyen transfusiones de sangre, junto con medicamentos para controlar el dolor y otros síntomas, así como para prevenir complicaciones.

¿Puedo amamantar si tengo anemia de células falciformes?

Es probable que pueda amamantar si tiene anemia de células falciformes, e incluso su equipo de atención médica le alentará a hacerlo. La lactancia puede reducir el riesgo de infecciones del bebé, lo que puede ser especialmente beneficioso si al bebé se le ha diagnosticado anemia de células falciformes. Tenga en cuenta que la anemia de células falciformes es una condición genética: no es contagiosa, por lo que no se le puede transmitir al bebé por contacto cercano, como un resfriado u otra infección.

Siempre asegúrese de hablar con su médico y de anteponer su propia salud y bienestar. La mayoría (pero no todos) los medicamentos que se usan para tratar la anemia de células falciformes pueden tomarse de forma segura si está amamantando. También puede ser difícil la lactancia debido al dolor crónico o períodos de dolor agudo.

Recuerde, su salud física y mental es importante, especialmente ahora que tiene un nuevo bebé que depende de usted.

¿Puedo tomar medicamentos para las células falciformes durante la lactancia?

La mayoría de los medicamentos para la anemia de células falciformes pueden tomarse de forma segura durante la lactancia. Sin embargo, algunos pasan a través de la leche materna y podrían ser peligrosos para el bebé. Si desea amamantar, hable con su proveedor de atención médica con antelación para saber si el medicamento que está tomando es seguro para el bebé.

Su proveedor le ayudará a sopesar los riesgos y beneficios de sus tratamientos para la anemia de células falciformes y analizará las opciones con usted. También puede consultar la base de datos en línea de LactMed si tiene preguntas sobre cómo un medicamento específico podría afectar a la leche materna o al bebé.

Estos son algunos tratamientos comunes para la anemia de células falciformes y cómo pueden afectar al bebé:

Aspirina y otros analgésicos

La aspirina a menudo se recomienda para aliviar el dolor causado por la anemia de células falciformes, pero por lo general no es el medicamento de elección cuando se está amamantando.

En su lugar, los proveedores a menudo recomiendan medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE, como el ibuprofeno) o paracetamol para aliviar el dolor durante la lactancia.

Opiáceos

Si experimenta un dolor intenso que no responde a otros analgésicos, su médico puede recomendarle medicamentos opiáceos.

Algunos opiáceos, como la morfina, generalmente se consideran seguros si se toman en dosis bajas con la supervisión de su médico durante la lactancia, aunque una cantidad muy pequeña del medicamento llegará al bebé a través de la leche materna. Otros medicamentos pueden llegar al bebé en cantidades peligrosas, como la codeína, el tramadol, la hidrocodona, la meperidina y la oxicodona. Su proveedor le recetará el medicamento que sea más seguro para usted durante la lactancia.

Solo tome la cantidad prescrita. Y asegúrese de informar al médico de su hijo si nota cambios en el bebé, como somnolencia (los recién nacidos no deben dormir más de cuatro horas seguidas y deben alimentarse cada dos o tres horas), problemas respiratorios o flacidez.

Hidroxiurea

Este medicamento, que se usa para reducir el riesgo de complicaciones de la anemia de células falciformes, se considera seguro de tomar durante la lactancia.

Debido a que aún pueden pasar pequeñas cantidades a través de la leche materna al bebé, es probable que su proveedor de atención médica le recomiende que intente evitar la lactancia durante tres horas después de tomar hidroxiurea. Eso significa que posiblemente deba tomar el medicamento inmediatamente después de haber terminado una sesión de lactancia.

Quelantes de hierro

Los quelantes de hierro (deferoxamina) se usan para tratar a las personas con anemia de células falciformes que se someten a transfusiones de sangre para reducir los niveles excesivos de hierro. Es poco probable que el medicamento afecte los niveles de hierro en la leche materna de una madre, y se absorbe poco cuando se consume por vía oral (como lo haría el bebé a través de la leche materna), por lo que es muy factible que su proveedor de atención médica apruebe la lactancia si necesita tomarlo.

Dicho esto, dado que se ha publicado poca investigación sobre la deferoxamina, es posible que se controlen los niveles de hierro del bebé para ser más cauteloso.

Anticoagulantes

La anemia de células falciformes puede aumentar el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos en una vena profunda (una afección conocida como trombosis venosa profunda, o TVP) o en los pulmones (embolia pulmonar, o EP). Debido a que la TVP y la EP pueden provocar enfermedades graves e incluso la muerte, a veces se usan medicamentos anticoagulantes como tratamiento preventivo en personas que se consideran con mayor riesgo de padecer estas afecciones.

Hable con su médico acerca de los anticoagulantes más seguros para usted y el bebé. La warfarina, el rivaroxabán y el dabigatrán pasan a la leche materna en cantidades suficientemente bajas que es muy poco probable que afecten al bebé, por lo que se consideran los medicamentos de elección. Sin embargo, su médico controlará al recién nacido en busca de signos de sangrado, especialmente si el bebé nació prematuro.

El apixabán por lo general no se usa, ya que los niveles que se encuentran en la leche materna son relativamente altos. Y debido a que el edoxabán no ha sido bien estudiado en personas que se encuentran amamantando, es probable que su médico le recomiende otra opción.

¿Tendré que dejar de amamantar si tengo anemia de células falciformes? Si es así, ¿qué puedo hacer en su lugar?

Siempre que los medicamentos que necesita para controlar la afección se consideren seguros, es probable que el médico le dé su aprobación para amamantar si tiene anemia de células falciformes. Sin embargo, puede que la lactancia sea difícil (o simplemente no sea posible) debido a problemas con la producción de leche o síntomas como dolor.

Intente no ser dura consigo misma. Muchas mujeres no pueden amamantar (o eligen no hacerlo) y sus bebés están perfectamente sanos. Si no es posible la lactancia, alimentar al bebé con leche de fórmula le proporciona todos los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse. Abrazar al bebé durante la alimentación con leche de fórmula es igual de reconfortante.

Trate de sostener al bebé piel con piel mientras lo alimenta, haciendo mucho contacto visual y hablándole suavemente. Eso ayuda a desarrollar un fuerte vínculo y apego a medida que el bebé se alimenta. Sostener al bebé piel con piel también lo ayuda a sentirse seguro y tranquilo, ya que siente su calor y el olor familiar lo tranquiliza.

Si el bebé es prematuro, tiene bajo peso al nacer o está hospitalizado por una enfermedad, puede preguntarle a su proveedor sobre el uso de leche materna de un banco de leche (como los que pertenecen a la Human Milk Banking Association of North America, la Asociación de Bancos de Leche Materna de Estados Unidos).

Sobre la autora: Colleen de Bellefonds es una periodista independiente especializada en salud y estilo de vida. Está criando a su hija pequeña y a su hijo recién nacido con su esposo francés en París.